Narrador omnisciente:
La chica a cuanto más leía de aquel extraño libro peor cara se le ponía hasta que de pronto lo cerró de golpe y bajó del desván de su casa en el que se hallaba hasta ahora leyendo.
Al bajar corriendo por las escaleras se encontró con su hermano que al ver la cara completamente destrozada que tenía se pensó lo peor. La siguió y la cogió del brazo, pero ella la ignoró por completo haciendo caso omiso a su agarre.
La chica de la manera que pudo salió por la puerta y empezó a correr hasta llegar a un lugar alejado de todo, se sentó en uno de los muchos bancos que allí se encontraban y encogió las piernas aguantándolas contra el pecho, comenzó a llorar y cada vez iba a más su llanto hasta que no pudo más y callo desplomada sobre el banco , quedando tumbada pensando en lo que acababa de leer, que tanto le sonaba ese texto, pero ¿de qué?. Se quedó allí un buen rato hasta que empezó a llover y mucho, de pronto sonó inútilmente su móvil, que era su hermano preocupado de donde se encontraría su hermana.
La chica se levantó del banco en el que estaba tumbada y se fue de vuelta con pasos lentos y cortos, queriendo pensar un poco por el camino pero no se acordaba de nada..
Cuando llegó a su casa su hermano tenía la cara completamente destrozada al ver el estado en el que se encontraba la chica, sin pensárselo dos veces la abrazó. Así se quedaron un buena rato hasta que una voz les saco de su momento. Era una voz dulce y frágil, de niña pequeña, probablemente su otra hermana, de 6 años.
Los dos se giraron para mirar a la pequeña quien iba con su pequeño osito de peluche y que pedía que si la podía acostar su hermana mayor que ella tenía miedo ya que estaba lloviendo muchísimo y tronaba y la pequeña no tenía a su madre para pedírselo.
La chica se separó de su hermano y acompañó a la pequeña hasta su habitación donde la dejó descansando ya que era lo que ella había pedido.
La chica se fue a su habitación esperando a que aquel horrible día pasara lo más rápido posible para poder despertar de nuevo y no acordarse de nada más..
Se cambió su ropa mojada por un pijama y se fue al baño donde se duchó intentando relajarse pero fue en vano ya que no podía olvidar ese texto..
Salió de allí y se fue directa a su habitación se volvió a pone el pijama y se metió en la cama , ya que era muy tarde. Mañana sería otro día y ella esperaba inútilmente que fuera mejor que ese..
................................................................................................................................................................
Ese día tan odiado por la chica se acabó y otro nuevo comenzó pero por desgracia o era como ella esperaba, todo iba a peor y ya sabía por que, ya sabía de que le sonaba tantísimo ese texto, la chica que escribió ese texto , fue su abuela..
La que aún sigue viva y eternamente con 17 años..
