sábado, 6 de agosto de 2011

Introducción:

...de esto hace aproximadamente unos 400 años... lo cierto es que perdí la cuenta hace mucho.

Yo era una chica de diecisiete años que vivía feliz con su humilde y muy supersticiosa família. Eramos campesinos. No teníamos casi dinero pero teníamos mucho amor. Mis padres me querían muchísimo, y yo a ellos también. Hubo un invierno especialmente frío en el que las cosechas casi fueron nulas y tuvimos que tirar del escaso ganado que teníamos. Una noche, mientras mis padres y mi hermanito dormían, y yo paseaba por un bosque cercano, ví a una sombra en nuestra casa. Me acerqué silenciosamente y vi a un hombre externamente pálido matando a nuestros bienes y se disponía a marcharse, todavía con evidente hambre, reparó en mí. Me miró con una mezcla de ansia, pena y dolor. Era como si su mirada me pidiera que huyera, estaba claro que no quería hacerme daño. Pero yo estaba paralizada por el miedo y no me respondieron las piernas. Entonces el individuo se abalanzó sobre mí y me mordió. Se apartó casi enseguida, y salió corriendo apesadumbrado. Pero ya era tarde: el proceso había comenzado. Sentí el veneno recorrer todo mi cuerpo, quemando cada célula de mi piel. Me pasé unos días así, transformandome mientras mis padres hacían todo lo que podían por mí, aunque se temían lo peor. Cuando estuvieron completamente seguros de lo que me pasaba, estuvieron a punto de matarme. No lo hicieron, me echaron de casa a medio transformar. Lo pasé muy mal. Cuando me transformé del todo, solo sabía una cosa, tenía hambre. Probé con todo tipo de comidas pero todas ellas resultaban repugnantes. Yo estaba desorientada, no sabía qué me pasaba. Hasta que un día que me encontraba vagando por un bosque medio muerta por culpa del hambre me crucé con un humano, aproximadamente de mi edad. No lo pensé, el instinto habló por mí. Me abalancé sobre aquel humano y entonces comprendí en qué consistía mi extraña "enfermedad". Me costó mucho, pero aun así conseguí detenerme antes de matar a aquel chico, de nuevo demasiado tarde. Él también se convirtió pero yo no le dejé solo, me sentía culpable. Él me perdonó al escuchar mi historia y juntos convivimos mientras nos alimentábamos de animales. Acabé enamorándome perdídamente de aquel chico del cual me he obligado a olvidar su nombre y su rostro. Los humanos nos odiaban, nos perseguían, nos consideraban monstruos, a pesar de que jamás hicimos daño a ninguno. Un día nos atacaron, aunque no fue la primera vez. Pero ese día nos pillaron desprevenidos, y eran muchos. La mayoría murieron en el intento, pero a mi me dejaron malherida. Eso no me importó: le habían matado. Me quedé sola en el mundo. Todo me había sido arrebatado. Mi vida como humana y mi vida como vampira. No había nada que mereciera la pena, todo lo que me importaba en el mundo había desaparecido, y con ello la razón de mi existencia. Aun así no fui capaz de alimentarme de humanos, durante mucho tiempo viví en las sombras y me escondí de los humanos. Pero su constante hostilidad hacia mí hizo que poco a poco les fuera perdiendo el respeto. Comencé a alimentarme de ellos mientras ellos acrecentaban su odio hacia mí, yo siempre estaba esconiendome o huyendo.

Cuando se creó esta escuela vine para resguardarme de la crueldad y para intentar empezar de nuevo...