miércoles, 10 de agosto de 2011

Capítulo 2

Narrador omnisciente:
La chica se levanto sin ganas de nada como es lógico, se vistió con lo primero que encontró en su armario y bajó a la cocina, eran las 7 de la mañana y me parece que en ese momento no se esteraba de mucho. Su hermano se levantó haciendo ruido como siempre, ya que iba medio dormido todavía.
Se acerco a la chica y le dio un beso en la mejilla. La niña pequeña seguía durmiendo , ya acabó el colegio , tenía más suerte que ellos que hoy les tocaba entrar a las 8.
La chica desayunó y se fue a su habitación se preparó la mochila y se hizo la cama, ya que sino tendría que hacérsela cuando llegara.
La chica salió de su casa ya con su hermano y se dirigieron al instituto.
Las clases comenzaron y no pasaron muy rápidas que se diga...
No paraba de pensar en por que tenía que haber encontrado justamente ese texto ella ¿por qué?. No estaba prestando atención a la clase, ya que tenía cosas mejores en las que pensar en ese momento. Cuando por fin acabaron las clases, se fue para su casa despacio queriendo pensar.
Entonces se le vino su imagen a la mente y se paró en seco. Estaba quieta en la acera y todo el mundo le pasaba al rededor, alguien le tocó el hombro y se giró sobresaltada. Era una de sus amigas que estaba preocupada por ella ya que llevaba así ya varios días, habían pasado ya 2 semanas desde que encontró ese texto. Se fueron a su casa ya que vivía en su misma calle, iban hablando aunque la chica no se enteraba de mucho. Cuando llego a su casa, su hermano la saludó. Subió a su habitación y le sorprendió quien se hallaba en ella.
Alexandre:Hola Evil
Narra Evil:
Cuando llegué a mi casa me sorprendí demasiado cuando vi a Alexandre en mi habitación.
Alexandre:Hola Evil
No comprendía que hacía él ahí, no le veía desde que íbamos a primaria.
Evil:¿qué haces aquí Alexandre?
Alexandre:te quería ver, hace mucho que no hablamos, ¿ya as descubierto lo que eres?
Evil:¿cómo?
Alexandre:nada, no me hagas caso.
Me giré un momento, pero entonces ya no estaba allí. Me quedé muy rayada al ver lo que acababa de pasar. Dejé la mochila en la esquina y me puse al ordenador, puse música y me cambié.
Bajé a la cocina donde se encontraba mi hermano, le di dos besos y me preparé la comida. Cuando acabé subí a mi habitación y lo normal sería hacer los deberes, pero nunca hacía lo normal, prefería hacer algo diferente, ya que hacer lo que hacen todos los demás no va conmigo, todos parecen iguales y ya que yo no soy como ellos, prefiero no hacer lo mismo que ellos.